Road cycling wide angle speed shoot
Un paseo en bicicleta podría ser la solución. (Para Spectrum Health Beat)

Caminar, ir en bicicleta o tomar un trasporte público ayuda a las personas de mediana edad a perder grasa corporal y peso, según una nueva investigación.

“La inactividad física es una de las causas principales de mala salud y mortalidad prematura”, dijo la autora del estudio, Ellen Flint, profesora de salud de la población en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Inglaterra.

“En Inglaterra, dos tercios de los adultos no cumplen con los niveles recomendados de actividad física. Animar a que se use el trasporte público y se vaya al trabajo de forma activa, especialmente para las personas de mediana edad, para las que la obesidad se vuelve un problema cada vez mayor, podría ser una parte importante de una respuesta de política global como prevención de la obesidad a nivel poblacional”, concluyó Flint.

El estudio, publicado el 16 de marzo en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology, incluyó la información de más de 150,000 personas entre los 40 y los 69 años en el Reino Unido. Dos tercios de ellos conducían hasta el trabajo cada día, dijeron los investigadores.

El estudio halló que ir al trabajo en bicicleta ofrecía los mayores beneficios en comparación con ir en coche.

Por ejemplo, un hombre de 53 años de edad que iba en bicicleta al trabajo pesaba 11 libras (5 kg) menos, según el estudio. Ir en bicicleta al trabajo también resultó en una reducción de 1.7 en el índice de masa corporal (IMC, un estimado de la grasa corporal en función del peso y la estatura) comparado con alguien que fuera en coche al trabajo.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. indican que un IMC por debajo de 25 se considera un peso normal. A partir de 25 es sobrepeso. A partir de 30 es obesidad.

Una mujer de 52 años que iba en bicicleta al trabajo pesaba casi 10 libras (4.5 kg) menos que una mujer que iba en coche al trabajo. La mujer que iba en bicicleta también tenía un IMC 1.65 puntos más bajo que una conductora, mostró el estudio.

Los hombres y las mujeres que caminaban al trabajo en lugar de ir en coche redujeron su IMC en hasta 0.98 puntos, según el estudio. Cuanto mayor era la distancia que las personas recorrían en bicicleta o andando, mayores eran las reducciones en el IMC, reveló el estudio.

Incluso tomar el trasporte público marcaba una diferencia, según los autores del estudio. Los hombres que usaban un trasporte público tenían un IMC 0.7 puntos más bajo que los que conducían, al igual que las personas que combinaban el transporte público con caminar o ir en bicicleta para llegar al trabajo (un IMC de 1 punto más bajo para los hombres y de 0.7 más bajo para las mujeres).

La conexión entre la forma de ir al trabajo y el IMC fue independiente de otros factores como los ingresos, la educación, vivir en una zona urbana o rural, beber y fumar, y la actividad física general, la salud y la discapacidad.

“Muchas personas viven demasiado lejos de su lugar de trabajo como para ir caminando o en bicicleta, pero incluso la actividad física fortuita implicada en el trasporte público puede tener un efecto importante”, dijo Flint en un comunicado de prensa de la revista.

Lars Bo Andersen, del Colegio Universitario Sogndal y Fjordane, en Noruega, escribió un editorial que acompaña al estudio. En él afirmó que los hallazgos son importantes “porque ir en trasporte público al trabajo es una actividad cotidiana que muchas personas que trabajan deben hacer”.

“Muchas personas no se sienten atraídas por los deportes recreativos u otras actividades físicas para su tiempo libre, las cuales han demostrado ser beneficiosas para la salud, y el trasporte activo podría por tanto ser una opción importante y fácil para aumentar la actividad física y la proporción de personas que cumplen con los niveles recomendados de actividad física”, indicó Andersen.