La actualización de las etiquetas con informacion nutricional, ayudará a los consumidores a discernir mejor sus opciones. (Para Spectrum Health Beat)

Es difícil cambiar los malos hábitos.

Cambiarlos por cuenta propia, en ocasiones resulta ir contra uno mismo. Cambiarlos como grupo—o como sociedad—implica en ocasiones entrar en conflicto con otras personas.

Intereses, personalidades, y expectativas; en conflicto.

Consideremos el esfuerzo laborioso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (que duró todo un año) para actualizar las etiquetas sobre información nutricional en los alimentos y bebidas de toda la nación.

La actualización de las etiquetas ahora incluirá un análisis detallado sobre el contenido de azúcar bajo el nuevo subtítulo «azúcar adicional» que comprende el título «azúcar total». Por ejemplo: si un alimento envasado contiene 12 gramos de azúcar y enlista 10 gramos de azúcar adicional, uno deduce que éste contiene 2 gramos de azúcar natural.

Dichos cambios estaban programados para el mes próximo, pero eso ha sido postergado.

En mayo, la FDA extendió la fecha límite en julio de 2018 para que ocurriese la revisión de las etiquetas hasta dentro de 18 meses, posponiéndose hasta enero de 2020 para los fabricantes que operan presupuestos mayores a los diez millones de dólares. Lo cual quiere decir que las compañías más pequeñas tendrán mayor tiempo para cumplir con la normativa.

Según la FDA, la nueva fecha limite concede a los fabricantes de alimentos más tiempo para resolver «preguntas técnicas» y «completar e imprimir las etiquetas actualizadas sobre información nutricional para sus productos».

Infusión de azúcar

Muchas de las organizaciones que representan a los fabricantes de alimentos se lamentaron la disposición sobre las etiquetas que propuso la FDA años atrás, pero el organismo gubernamental presionó y estableció el mes de julio de 2018 como la fecha límite para las nuevas etiquetas.

Infortunadamente, esta nueva prórroga significa que tendremos que esperar un buen rato antes de que todos los alimentos envasados revelen sus contenidos con azúcar adicional.

Pero afortunadamente muchos fabricantes de alimentos han adoptado ya las nuevas etiquetas en miles de productos.

La actualización de las etiquetas podría ser reveladora para quienes no conocen cuánta azúcar vierten los fabricantes de alimentos en productos aparentemente inofensivos, de forma rutinaria.

El yogurt es un buen ejemplo, dice Sara Flessner, especialista en alimentación y nutrición humana en Spectrum Health.

Un yogurt natural, que se considera saludable, puede tener hasta 5 gramos de azúcar, pero los de sabor pueden tener más de 20 gramos. ¡Esa es azúcar adicional! Advierte Flessner.

«No me preocupa el azúcar natural» asegura Flessner. «Me preocupa el azúcar adicional».

Y francamente, no se necesita una etiqueta mejorada para entender que, el alto contenido de azúcar en alimentos envasados, es siempre un mal presagio.

El azúcar natural se encuentra comúnmente en la fruta (fructosa) y la leche (lactosa), y típicamente no son de gran preocupación a menos que se padezcan otros problemas de salud. Como punto de partida, al adoptar una dieta saludable—recomienda Flessner—es buena idea depender de alimentos naturales y no procesados.

«Recomendaría que trate de evitar a medida de lo posible todo alimento procesado y adoptar una dieta de alimentos integrales» dijo.

Confección disimulada

En muchos hogares, los alimentos envasados son virtualmente inevitables. Su cónyuge o los hijos gustan de ellos, o bien son de fácil acceso en la tienda de autoservicio cuando va a hacer compras en la semana.

Es típicamente fácil localizar  alimentos que tienen exceso de azúcar adicional: repostería, golosinas, postres, refrescos. Pero en ocasiones es menos obvio—particularmente cuando éstos son anunciados como la opción saludable.

Flessner recomienda examinar el contenido de azúcar en todas sus compras, pero particularmente en:

  • Salsas para pastas
  • Aderezos para ensaladas
  • Cereales
  • Yogurt
  • Panes
  • Jugos
  • Barras de granola

Cuando de jugos se trata, busque productos que contengan 100 por ciento jugo de frutas. «No vamos a preocuparnos por el azúcar en las frutas» indicó Flessner.

En panes «aun el pan blanco contiene muchas veces una gran cantidad de azúcar. Si tiene 3 gramos de azúcar por rebanada y se hace un sándwich, ya son dos rebanadas. El efecto acumulador, una vez que añade crema de cacahuate (maní), y mermelada, es todavía más alto.

Las barras de granola «algunas son simplemente golosinas glorificadas». Búsquelas hechas de grano integral y altas en fibra y proteína. Si la etiqueta está actualizada, lea el contenido de azúcar adicional.

Un buen ejemplo: la marca Larabar, contiene 4 gramos de azúcar adicional.

«Las barras Larabar tienen mucha azúcar—de 16 a 18 gramo—pero son naturales porque están elaboradas a base de dátiles» aseveró Flessner.

Endulzante artificial, un verdadero problema

No sea tan exigente consigo misma mientras reduce su consumo de azúcar, sugiere Flessner. Cuando una se prohíbe ciertas comidas, usted puede sentir mayor tentación por lo que es malo.

«Se convierte en un círculo vicioso, especialmente para los adultos que están tratando la dieta» indicó. «Darse permiso para comer estos alimentos—disfrutarlos sin culpabilidad—hace más fácil que piense, ‘no siempre quiero ese tipo de cosa’».

Flessner sugiere que piense: no reemplazar el azúcar por los edulcorantes artificiales.

Podrían parecerle una sustitución adecuada, pero los edulcorantes solo lo hacen más complicado.

«Hacen la comida aún más dulce» indicó Flessner. «Las cosas que son naturalmente dulces, como las frutas, podrían no satisfacerle al igual que una barra de caramelo».