Disciplina, determinación, y dirección. (Para Spectrum Health Beat)
Disciplina, determinación, y dirección. (Para Spectrum Health Beat)

La nieve no detuvo la clase vespertina del primer jueves del año. Comenzó en punto de las seis de la tarde-noche y aunque llegaron solo unas cuantas personas, la entrega del instructor era evidente.

Cada una de las participantes recibió atención personalizada y poco a poco se corrió la voz de la nueva oferta, ahora la clase casi se llena.

Troy Heintzelman es entrenador personal certificado por la National Federation of Professional Trainers, un organismo que agremia a quienes como él se dedican a la educación física. Junto a su esposa Shirley Arill, veterana de la danza contemporánea con experiencia en los escenarios de la Ciudad de Nueva York, conforman Trinity Fitness. En palabras de ambos, más que un negocio es un ministerio para “predicar el evangelio” del ejercicio como medicina.

Shirley conoció a Troy cuando él trabajaba en la oficina estatal para la promoción y colocación del empleo. “Dios obra de manera misteriosa y por alguna razón nos unió,” comentó. A partir de ese momento decidieron combinar sus conocimientos para lograr desde el Hip Hop, que es la especialidad de Shirley, con el acondicionamiento muscular de alto rendimiento que practica Troy.

Sanos en cuerpo, alma, y espíritu

Troy se hizo en la calle, a punta de los golpes que da la vida. Sin figura paterna, me platica que se refugió en el fisicoculturismo y que su propósito como entrenador personal es más grande que él mismo. “Se trata de cambiar vidas, de hacerlas más saludables de tal manera que el impacto sea duradero en nuestras comunidades,” dice. Él habla algo de español pero prefiere contestarme en inglés.

Shirley nació en Puerto Rico, pero como es el caso de quienes buscan oportunidades de desarrollo personal y económico, a fines del siglo pasado sus padres mudaron a la familia a Holland, Michigan y acá fue donde encontró su don por las artes escénicas y su fe en el Todopoderoso. Ella se entrega en espíritu, cuerpo, y alma a la hora de impartir sus clases. “Shirley incorpora movimientos del mundo animal, movimientos básicos, formas básicas que la gente hace o deja de hacer para lograr mayor flexibilidad y reeducar músculos que no se usan durante el día,” comenta Troy con orgullo.

Cada clase es diferente, se trabajan grupos musculares distintos cada vez. “La clase está viva y es por sí misma un organismo, como el cuerpo o cualquier otro ser vivo, siempre en evolución,” afirma Shirley. Principalmente porque la participación varia en el número de personas y la capacidad de movimiento de cada quien. En ocasiones asisten los dos a impartir la clase y esto facilita la atención personalizada, por ejemplo a la población geriátrica que tiene necesidades características de las personas de edad avanzada; “al igual que cambian nuestros cuerpos día con día también la clase cambia”.

Troy es tan corpulento que podría parecer intimidante a simple vista, pero su trato es afable y transparente. No vende, porque su actitud es convincente al predicar sobre las bondades del ejercicio. Lo hace con el ejemplo. “Trabajo nueve horas todos los días y luego de ello todavía encuentro tiempo para ir al gym a entrenar,” comentó. “No somos afectos a los suplementos alimenticios ni a los productos milagrosos, simplemente hay que hacer el trabajo: entrenar y entrenar”.

Shirley asiente y ve a su marido cuya novia recién casada. Es martes 14 de febrero y faltan solo escasos minutos para que comience su clase. “Juntos somos más fuertes,” dice.

Peso y gloria

Al principio denominamos esta clase CardioMix, pero conforme fue tomando forma, Shirley y Troy decidieron cambiarle el nombre para enfatizar que la salud es un tema del cuerpo, el alma, y el espíritu. “Un día estaba pensando cómo llamarle a la clase y me vino a la mente el rapero KB y su álbum Weight and Glory peso y gloria, pensé, así se debe llamar la clase,” dijo Shirley.

Weight and Glory o Peso y gloria es una clase de grupo para el fortalecimiento y la flexibilidad del cuerpo diseñada para desarrollar el cuerpo, la mente y el espíritu. Quienes participan aprenderán a desarrollar forma y función del cuerpo; serán más fuertes, agiles y flexibles. El entrenamiento de tensión continúa para el fortalecimiento de los músculos, circuitos giratorios, calistenia, pliométrica, rutinas estáticas, entre otras técnicas, serán parte de su vocabulario y práctica al hacer ejercicio cuando asista a esta clase que se ofrece todos los martes y jueves en Programa Puente.

Las tres “D”

En psicología social se habla de la Teoría de las tres D, (depositario, depositante, y depositado) desarrollada por el médico argentino Enrique Pichon-Rivière para explicar dinámicas de grupo en el psicoanálisis. Y aunque poco tiene que ver este tema con las clases de Shirley y Troy, la idea sirve para reconocer que ellos como depositarios entregan su entusiasmo por la cultura física desde esta óptica que incluye a la mente y el alma—lo depositado—en los participantes, que a su vez son los depositarios.

Troy me platica que al saberse sin la figura paterna desde muy pequeño su fe lo llevó a reconocer los tres valores que son piedra angular de su quehacer como profesional, pero sobre todo como jefe de familia. “Podría fácilmente sentarme y ver  televisión después del trabajo, pero mis hijos están viendo,” dijo. Para él la dirección es clara e insiste que su deber como padre de familia es “ser la flama que enciende la antorcha” en los hijos. Para ellos, la actividad física es algo que se practica y goza en familia.

También confiesa que no es fácil, que hace diez años pesaba alrededor de 150 libras y que ahora supera las 210. ¡La determinación es clave! “Nunca está de más, pero no hacemos esto por dinero,” dijo Troy, haciendo alusión a que los tropiezos, esa rebanada de pizza a altas horas de la noche, un helado, la hamburguesa, son tentaciones a las que la gran mayoría estamos expuestos. Nunca rendirse, caerse y luego levantarse. Eso va fomentando la buena disciplina.