(For Spectrum Health Beat)
(For Spectrum Health Beat)

Según un estudio reciente, en los Estados Unidos, menos de dos tercios de los pacientes que padecen un accidente cerebro-vascular (ACV), llaman a los servicios de emergencias médicas, y los hispanos quienes menos lo hacen.

“Estos resultados no nos sorprenden puesto que los supervivientes de ACV en la minoría y otros grupos étnicos suelen tener peor desenlace después de un ACV cuando se comparan con personas blancas que no son hispanas,” dijo la autora principal del estudio Mochari-Greenberger, científica investigadora associada adjunta de Columbia University Medical Center de la Ciudad de Nueva York.

Si usted sospecha que es un ACV, es vital llamar al 911 de inmediato. El tratamiento para un ACV debe empezar lo más pronto posible para poder así controlar el daño cerebral, y los estudios muestran que el viajar en ambulancia es la ruta más rápida hacia el tratamiento, dijo Mochari-Greenberger.

Los investigadores diseñaron el estudio porque querían entender mejor las diferencias raciales y étnicas en los índices de mortalidad y discapacidad después de un ACV, dijo. Niveles distintos en la utilización de la ambulancia podrían ser un factor, notó.

Los ACV son la primera causa de discapacidad a largo plazo y es la cuarta causa de muerte en los Estados Unidos, según indican los investigadores en sus notas de antecedentes.

El estudio – publicado el 12 de agosto en el Journal of the American Heart Association – examinó casi 400 mil pacientes con ACV, edad promedio 71, quienes visitaron casi 1,600 hospitales en los Estados Unidos entre 2011 y 2014. De todos los pacientes, 59% llegaron al hospital en ambulancia.

Las mujeres de raza blanca fueron quienes llamaron a los paramédicos con mayor frecuencia, hasta en un 62% de los casos. Las mujeres hispanas, asiáticas y de raza negra llamaron pidiendo ayuda de emergencia solo entre 56% y 58%  de los casos. Entre las víctimas de género masculino, de 57% a 58% los hombres de raza blanca y negra utilizaron una ambulancia, pero en el caso de los hombres hispanos solo el 52% de ellos lo hizo, según el estudio.

Los pacientes con síntomas obvios, tales como debilidad, parálisis o dificultades al hablar, también llamaron con mayor probabilidad una ambulancia que aquellos con síntomas sutiles.

Los investigadores encontraron que las diferencias prevalecían aun cuando ajustaron sus estadísticas para no ser sorprendidos por otros factores como la severidad en los síntomas del ACV.

Sin embargo, no queda claro, si aquellos que encontraron cómo llegar al hospital les fue peor o mejor que a quienes llegaron al hospital después que quienes llegaron en ambulancia. Tampoco indica el estudio cómo es que llego la gente que no utlizo una ambulancia para llegar al hospital. Y aunque se contemplan teorías, los investigadores no saben por qué existen diferencian en la utilización de la ambulancia.

(For Spectrum Health Beat)

Pero la presencia de alguien más al momento de un ACV, la destreza para hablar inglés y el nivel de escolaridad podrían ser factores importantes, señaló Mochari-Greenberger.

El doctor Salvador Cruz-Flores, jefe de neurología en Texas Tech University Health Sciences Center ubicado en El Paso, indico que los resultados del estudio son relevantes porque los ACV son muy comunes entre las minorías.

“Si se considera que las minorías seguirán creciendo, no atender estas diferencias puede resultar en índices mayores de mortalidad y discapacidad entre las minorías además del costo financiero a la sociedad,” indicó.

Pese a las limitaciones del estudio, los resultados son “útiles en tanto que revelan mayor evidencia del problema,” dijo Cruz-Flores. “Ahora es momento de pensar en estrategias de intervención que disminuyan las disparidades.”