La enfermera Michele Schoon, posa con Elena Santiz-Collazo, Antonio Jauregui y su hijo recién nacido, Jonathan. (Alan Neushwander | Spectrum Health Beat)

Cuando Elena Santiz-Collazo arribó al Spectrum Health Ludington Hospital Family Birthing Center para dar a luz a su hijo, se sorprendió al oír que su enfermera hablaba la misma lengua indígena maya que ella.

Pronto se dieron cuenta ella y su enfermera que eran originarias del mismo pueblo ubicado al sur de México a más de 2,600 millas de distancia.

La enfermera Michele Schoon pasó los primeros trece años de su vida en San Cristóbal, México; donde sus padres eran misioneros.

Ubicado en la frontera con Guatemala, en el altiplano central, fue donde ella aprendió a hablar el dialecto maya tzotzil. El idioma se habla exclusivamente en la comunidad indígena tzotzil maya en el estado mexicano de Chiapas.

«En todos mis años como enfermera jamás encontré a una paciente que hablara ese idioma» dijo Schoon.  «Así de raro es».

Un enlace vernáculo

Mientras la preparaban para la cesaría, Santiz-Collazo y Shoon comenzaban a conversar de manera trivial. Hablando en español, una segunda lengua común para la comunidad tzotzil maya, Schoon pregunto de donde era originaria.

«Me dijo que era de un pueblecito al sur de México cuyo nombra jamás habría escuchado» dijo Schoon. «Se sorprendió cuando le dije que había crecido en el mismo lugar».

Su asombro fue aún mayor cuando Santiz-Collazo, quien ahora vive en Ludington, se enteró de que Schoon también habla tzotzil.

«Sus ojos abrieron como platillos y dijo, ‘no puede ser posible’».

Después ella le pidió a Schoon que lo demostrara, entonces la enfermera se vio obligada a darle los buenos días en tzotzil.

«Ambas comenzamos a reírnos y fue entonces que llego la doctora» recordó Schoon.

«La paciente vio a su esposo y dijo ‘¡Sí lo habla, sí lo habla!» dijo la doctora Margaret Gustafson, MD, del departamento de obstetricia y ginecología en el Spectrum Health Ludington Hospital. «Hubieran visto su rostro. Estaba tan fascinada».

Santiz-Collazo le dijo a Health Beat a través de uno interprete: «al principio no le creí. Español, sí, pero no tzotzil, le dije, ‘tú tienes ojos azules y cabello rubio; no se supone que hables ese idioma’».

Se me fueron los nervios

Schoon es llamada con frecuencia para servir como enfermera de atención obstétrica primaria para pacientes que hablan español debido a que lo habla con fluidez.

«Me hizo tan feliz poder hablar con alguien a quien podía entender durante la cirugía» dijo Santiz-Collazo. «Mientras estaba en la sala de espera antes de la cirugía, tenía frio, temblaba y estaba nerviosa. Cuando conocí a Michele y comenzamos a hablar sobre el pueblo de donde somos y que hablaba el idioma maya, se me fueron todos los nervios».

El hijo de la pareja, Jonathan, nació el 3 de junio a las 8:18 A.M. pesando siete libras, ocho onzas y midiendo 20 pulgadas de altura. Santiz-Collazo estaba emocionada de presentar a un bebé varón sano a sus amistades y familia, pero estaba casi igual de contenta al presentarles a su enfermera.

«Me presentaron a todos los familiares» dijo Schoon. «Hemos creado una buena relación. Es muy especial cuando logras ese tipo de vínculo con una paciente».

La doctora Gustafon, quien ha practicado medicina en Ludington por 31 años, dijo que éste sería uno de sus partos más memorables.

«Fue un placer tenerla como paciente» dijo la doctora Gustafson esbozando una sonrisa. «Ella y Michele lograron establecer una relación especial. Medicamente fue una cesárea de rutina. Socialmente, sin embargo, ésta ha sido una de las experiencias más placenteras que he tenido a lo largo de mi carrera».