Middle school students in class.Todos recordamos ese primer día de clases. Nuevo salón, nueva profesora, nuevos compañeros de clase. Libros, uniformes, calzado. Como adultos entendemos la emoción o la ansiedad que los estudiantes sienten al volver o presentarse por primera vez en la escuela. De modo
que no está de más darle un repaso a estas diez consideraciones que los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) nos recomienda:

1.       Obesidad, alimentación sana, actividad y educación física.

Este otoño que los menores de edad vuelven a la escuela, los almuerzos, las meriendas y la actividad física deben ser prioridad. En las escuelas se encuentra la clave para reducir el riesgo a la obesidad y desarrollo posterior de otras enfermedades.

2.       Higiene: lavarse las manos.

Particularmente antes y después de ciertas actividades. Esa es la mejor manera de prevenir la propagación de gérmenes y bacterias además de no enfermarse. Rápido, simple, y nos mantiene a todos saludables. Lavarse las manos es para todos ¡menos para los gérmenes!

3.       Hitos del desarrollo: hablar, caminar, leer y escribir.

Destrezas tales como la cooperación con otros niños, reconocer los colores, contar hasta 100, así como escribir, son considerados hitos o logros en el desarrollo de los niños. Este regreso a clases, mantenga comunicación constante con los maestros en la escuela y familiarícese con los hitos propios de la edad de su pequeña o pequeño.

4.       La relación entre bullying y suicidio.

El bullying o acoso escolar, y las conductas suicidas entre los adolescentes tienen una estrecha relación y la única manera de prevenirlas es en colaboración con las autoridades escolares. Anime a los más jóvenes a que se sientan parte de la escuela y así se desarrolle un ambiente de confianza en ella. Enséñeles destrezas para la solución de problemas de tal manera que aprendan a focalizar su energía en el desarrollo de fortalezas y la aceptación de diferencias que existen entre sus compañeros de clase. Todo el personal escolar necesita capacitación que privilegie la prevención de estas conductas.

5.       Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

EL TDAH es una condición infantil muy común que puede continuar hasta la edad adulta. Los niños que la padecen pueden presentar problemas al prestar atención y/o controlar comportamientos impulsivos. Los tratamientos efectivos para los niños mayores de 6 años incluyen  medicamento, terapia cognitiva o una combinación de ambas. Los niños menores de 6 años deben ser sometidos a terapia primero. Padres y madres de familia, personal escolar, psicólogos y demás pueden trabajar en colaboración para garantizar que los menores con este problema reciban el mejor tratamiento posible. Consulte a un profesional de la salud si sospecha que su hijo padece este trastorno.

6.       Consumo de tabaco.

Es necesario que mamás y papás entiendan los peligros de la nicotina. Sin importar su presentación. Los cigarrillos eléctricos, el hookah, cigarrillos, cigarro o puro, y hasta el tabaco para mascar, resultan altamente adictivos. La nicotina es altamente adictiva y  daña el desarrollo del cerebro además de que es considerada como la droga que da pie al consumo de otras sustancias. Evite exponer a sus hijos a esta práctica de consumo. Prevenga el humo de segunda mano, no fume. Sea un buen ejemplo para su familia.

7.       Consumo de bebidas alcohólicas.

Quienes beben compulsivamente incrementan su riesgo de estar involucrados en accidentes automovilísticos. Son más propensos a la violencia, al suicidio, a la infección de enfermedades de transmisión sexual, a la intoxicación por ingesta de alcohol, a embarazos no deseados, y otros problemas de salud. Pese a todos estos riesgos, uno de cada seis adultos y uno de cada cinco adolescentes reportan beber o haber bebido en forma empedernida. Las comunidades en las ciudades y sus respectivos estados pueden prevenir esta práctica apoyando políticas y programas de prevención con bases empíricas.

8.       Enfermedades de transmisión sexual.

Hoy por hoy, la juventud padece una proporción desmedida de este tipo de enfermedades. Se estima que, las personas entre 15 y 24 años de edad suman el 50% de los 20 millones de infectados por una enfermedad de transmisión sexual cada año. Los datos más recientes indican que uno de cada tres estudiantes en la escuela media superior es sexualmente activo. Las pruebas de detección juegan un papel muy importante en el control de estas enfermedades y ahora que se inicia un nuevo año escolar es imperativo aprovechar la ventana de oportunidad que se presenta durante el chequeo médico anual. Invite a sus hijos adolescentes a tener una conversación franca con un profesional de la salud sobre el tema. Reducir el riesgo es lo que cuenta.

9.       Embarazo prematuro.

Cuando los adolescentes son sexualmente activos, es importante tener esa conversación sobre preservativos y otros temas como el VIH y las infecciones de transmisión sexual. Aun cuando la mujer utilice un método anticonceptivo es necesario tratar el tema de la doble protección. Condón + píldora anticonceptiva o dispositivo intrauterino = a doble protección.

10.   Prevención contra el embarazo prematuro, las enfermedades de transmisión sexual y el VIH.

Los maestros en las escuelas y los padres de familia juegan un papel muy importante en la formación de los jóvenes. Ellos necesitan aprender a tomar responsabilidad por sus actos y esto incluye todo lo relacionado con su salud desde la higiene personal hasta la conducta que puede prevenir este tipo de situaciones. Una educación a la salud estandarizada debe concentrarse en la impartición de conocimiento y la capacitación que fomenta destrezas en una gran variedad de temas. Esta educación debe ser apoyada por la capacitación continua del personal docente para garantizar resultados en la impartición de esta materia. Además, las escuelas pueden apoyar a los adolescentes para que aprendan a navegar el sistema de salud mediante programas de salud y prevención diseñados para su implementación en el ámbito escolar. Solamente de esa manera se puede lograr que los estudiantes adopten actitudes y conductas que apoyan su buena salud y bienestar.