Family With Grandparents Enjoying Thanksgiving Meal At Table
Familia latina disfrutando el tradicional pavo del Día de Acción de Gracias.

Como es costumbre en estas tierras, hoy, el cuarto jueves de noviembre es día feriado. Muchos no trabajamos y en la ciudad reina la calma por la ausencia de quienes trabajan en el distrito financiero.

Muchos establecimientos con servicio de alimentos y bebidas cierran sus puertas tal como se hace el día 25 de diciembre o el 1 de enero. Es día de asueto. Estar con la familia o las amistades más cercanas es precisamente la esencia del Día de Acción de Gracias, en inglés: Thanksgiving Day.

Pero, ¿cuál es el origen del día del pavo? Y, ¿cómo lo celebra la comunidad latina?

La Historia apunta al año 1620 y la desembarcación de más de cien colonos provenientes de Inglaterra en lo que es hoy Plymouth, Massachusetts. Los primeros peregrinos o Pilgrims en inglés, huían de la persecución religiosa por parte de la iglesia anglicana. Durante el primer invierno, pasaron hambre y la mitad de ellos murieron. La primavera siguiente, gracias a los Wampanoag, pueblo original de las bahías en Rhode Island y Massachusetts, los primeros colonos aprendieron a cultivar la tierra, a cazar y a pescar.

En otoño de 1621, los colonos en “agradecimiento religioso” invitaron a quienes de manera hospitalaria les enseñaron cómo sobrevivir el gélido tiempo de estas fechas. Los indígenas aportaron carne de venado y pavos para ser asados. Por su parte los colonos, habrían aprendido a cocinar arándanos  y prepararon las diferentes clases de granos sobre vajillas desconocidas para los indígenas. Pasan muchos años, nace la Declaración de Independencia en 1776, pero no es hasta 1863 que Abraham Lincoln proclama que la fecha se celebre como se hace hasta hoy.

Cabe destacar que para 1776, ya había presencia hispánica y por lo tanto mestiza en lo que ahora es Nuevo México; el español Luis Unzaga era regente de Luisiana. También debemos recordar que la celebración se instituye mucho después del conflicto bélico entre México y Estados Unidos en 1846.

Por lo tanto, la celebración del Día de Acción de Gracias no es ajena a nuestra comunidad, pero sí tiene diferente significado para cada uno de nosotros según el cristal con que se mire.

Quienes llegamos a este país en la oleada migratoria de los años ochenta y noventa, hemos retomado la esencia del día de asueto para estar con la familia o las amistades más cercanas. Según nuestra disposición y años de estadía aquí; hemos integrado los alimentos típicos de la temporada, adaptándolos a nuestra sazón y preferencias en la cocina.

Como muestra tenemos el pavo a la pibil o bien el pavo asado al estilo criollo. La amalgama de nuestras culturas latinoamericanas resulta en un suculento banquete que comprende desde tamales, arroz con gandules, plátanos maduros, ceviches, pierna de jamón, y pupusas  entre otros platillos; que ciertamente dan un nuevo significado a la tradicional fecha.

En materia de salud es importante recordar que debemos comer y festejar con prudencia. Mantenerse en movimiento y evitar los excesos para no aumentar de peso son ideas razonables. Más aun, hay quienes aseguran que la gratitud propicia bienestar en quienes practican esa actitud.

De modo que, de parte de quienes  conformamos Programa Puente—Tania Bermejo; Graciela Cadena; Julio Cano; Isabel Jimenez; Veronica Pérez; Gladys Picó y el que escribe—reciba nuestros mejores deseos este día. Gracias por depositar su confianza en nosotros.

¡Feliz Día de Acción de Gracias!