The definition of milk continues to evolve to include new blends and fresh flavors. But is it better? (For Spectrum Health Beat)
La definición de «leche» sigue evolucionando. ¿Cuál es mejor? (Para Spectrum Health Beat)

Muuuuuuuu-évete Pinta. La leche de vaca tiene mucha competencia.

Usted puede rellenar su vaso con líquidos parecidos a la leche pero hechos a base de semilla de cáñamo, linaza, girasol o quínoa; cocos; anacardos; nueces de macadamia; avena; o chicharos.

Así como otros ingredientes favoritos—soya, arroz, y almendras—ocupan más y más espacio en los estantes del supermercado.

Hace unas cuantas décadas, la oferta de productos alternativos a la leche ha reducido el consumo diario de los estadounidenses. La venta de leche vacuna ha reducido a la mitad del nivel que tenía en la década de los ochentas, según Dairy Report. Entretanto, se anticipa que el mercado de productos alternativos a la leche crecerá al doble para el 2019.

Con tantas opciones que siguen apareciendo, elegir la leche ideal para verter en el cereal puede resultar abrumante para el consumidor.

Seleccionar correctamente depende de las necesidades y salud de cada persona—además del gusto personal, dice Kristi Veltkamp, especialista en nutrición y alimentación humana en Spectrum Health Blodgett Hospital.

“Si padece alergias, eso es obviamente un factor importante,” comentó.

Para quienes padecen alergias a la leche de vaca, semillas secas, o a la soya; las alternativas que ofrece el mercado pueden resultar favorables.

Además de las alergias, las metas de nutrición deben informar su elección, sugiere ella.

De vaca

Al tratarse de nutrición, lo tradicional aplica.

“La leche de vaca es indiscutiblemente la más nutritiva” indicó Veltkamp. “Tiene proteína, carbohidratos y grasa. También tiene una combinación de tres micronutrientes. Es buena fuente de calcio, fosforo, y potasio”.

Los lineamientos nutricionales sugieren la leche entera para menores de 2 años de edad. Veltkamp recomienda la leche orgánica y sin hormonas artificiales.

Los consumidores deben considerar también la leche proveniente de ganado que ha sido alimentado con pastura, añadió, porque al comer productos de origen animal, “usted come lo que el animal comió”.

Luego de que los pequeños cumplen dos años de edad, generalmente pueden cambiar a otro tipo de leche con un contenido graso menor.

Pese a que se ha recomendado a los adultos consumir productos lácteos con menos contenido graso para limitar el número de calorías y el consumo de grasa, Veltkamp señala que, ciertos estudios ponen en duda dicha práctica. Un estudio de 2016 publicado en la revista científica Circulation encontró por ejemplo que, las personas que consumen leche entera y productos lácteos tenían índices menores de diabetes.

Azúcar y proteína

La gente opta por productos alternativos a la leche de vaca por varias razones—puede ser la intolerancia a la lactosa, alergia a los productos lácteos, o simplemente seguir una dieta a base de plantas.

Típicamente los productos alternativos elaborados a base de plantas han sido creados al mezclar el ingrediente principal filtrándolo con agua.

“Luego añaden un espesante. De otra manera quedaría muy aguado” Veltkamp comentó. “Después le añaden vitaminas. Esencialmente es agua de sabor”.

La leche elaborada a base de plantas “es una buena opción baja en calorías si está tratando de medirse” indico Veltkamp.

Pero asegúrese de que compra la versión sin endulzante adicional, aconseja. Las versiones con sabores populares como la de soya y almendra, pueden ser más ricas en calorías y azúcar que la leche de vaca.

Y recuerde verificar la etiqueta de contenido nutricional. La leche de arroz es generalmente alta en carbohidratos.

La leche de vaca contiene naturalmente lactosa y azúcar. Pero difiere del azúcar que le añaden a la leche alternativa.

“El cuerpo la digiere de manera distinta,” dijo Veltkamp.

La mayoría de las alternativas poseen poca proteína—de un gramo a dos por ración. Para quienes buscan un contenido en proteína más alto, la leche de soya o de chicharos son buena alternativa. Estas contienen entre 7 y 8 gramos de proteína por taza.

El calcio y la cocina

La mayoría de la leche elaborada a base de plantas tiene calcio reforzado. Y le entrega desde 30 y hasta 50 por ciento de la dosis recomendada a los adultos.

Si la intolerancia a la lactosa es un problema, los consumidores pueden comprar leche sin lactosa.

“Le añaden una enzima llamada lactasa, y rompe la lactosa en la leche” indicó Velkamp. “Es casi como si fuese (pre)-digerida”.

Pese a su delgada consistencia, Veltkamp dice que los productos alternativos a la leche funcionan bien en recetas.

“Yo utilizo la leche de almendra en las recetas que requieren leche y no hay ningún problema” concluyó.